Con esta entrada empezamos oficialmente con el blog de Crónicas de Laura Gallego ^^ . Antes de eso, quiero dar la bienvenida a las dos nuevas integrantes del grupo, Yuliss y Lau. Aún así, seguimos buscando gente, de modo que animaros a enviar un correo a cronicasdelauragallego@gmail.com.
El primer libro con el que empezaré será Alas de Fuego, aprovechando no sólo la salida de su continuación el 14 de Abril, sino también que es el libro que estoy empezando a leer actualmente. Para la gente que todavía no lo ha leído y no quiere spoilers, no os preocupéis, Yuliss y Lau se van a encargar de comentar otros libros, que seguramente alguno de los dos sí que habréis leído.
Pues bueno, ¡vamos allá!
El libro empieza con una cita de Paulo Coelho, de Manual del guerrero de la luz. La cita dice lo siguiente:
El guerrerro de la luz, sin querer,
da un paso en falso y se hunde en el abismo.
Los fantasmas lo asustan, la soledad lo atormenta.
Como había buscado el Buen Combate,
no pensaba que esto pudiera sucederle a él; pero sucedió.
Rodeado de oscuridad, se comunica con su maestro:
-Maestro, caí en el abismo -dice-.
las aguas son hondas y oscuras.
- Recuerda esto -dice el maestro-.
Lo que ahoga a alguien no es la inmersión,
sino el hecho de permanecer bajo el agua.
Y el guerrero usa sus fuerzas
para salir de la situación en la que se encuentra.
Bien, pues no sé a vosotros, pero la cita a mí ya me dice bastante sobre el libro, si contamos lo que podemos leer en la contraportada: La reina Marla, de sólo diecisiete años, es la soberana de una nación resplandeciente. Ahriel, un ángel femenino, está a su lado desde que nació, con la misión de guiarla y protegerla, y de guardar el equilibrio en los reinos humanos. Pero cuando descubre una conspiración para iniciar una sangrienta guerra, Ahriel es traicionada y encerrada, con las alas inutilizadas, en la espantosa prisión de Gorlián, un mundo primitivo, salvaje y brutal, de donde nadie ha logrado escapar jamás.
Vamos, que más claro agua.
El libro empieza contándonos que la reina Marla está mirando desde el balcón como su ángel, (he aquí Ahriel) estaba luchando en el patio de abajo, cuando se le acercan y le dicen que alguien ha asesinado al conde Aren (que luego nos enteraremos de quien es este conde). Luego nos cuentan que Marla es la reina de una nación resplandeciente, como ya mencionan en la contraportada y que está rodeada de reyes ambiciosos que desean ampliar su terreno.
Nos siguen contando algunas cosas más, hasta que nos describen lo que está sucediendo en el patio de abajo. En resumen: que Ahriel está peleando con un famoso luchador bárbaro que se pasó de chuleta estando borracho (a continuación tendréis, chicos y chicas, un ejemplo de qué os puede pasar si os pasáis de listos llevando algunas copas de más encima) y dijo que podía derrotar al ángel de Marla.
En fin, que a Ahriel no le hace mucha gracia luchar contra nadie en público (y a ver quien es el guapo o guapa que se atreve a decir que es porque no tiene fuerza o no sabe pelear...) pero como la reina Marla se lo pide, allí está ella, enfrentando al chulo que ha dicho que podría derrotarla.
Después el bárbaro, no contento con haberse pasado de listo estando borracho y haberse metido en uno de los líos más grandes de su vida, decide que vacilar a Ahriel en pleno combate es buena idea (lo que nos da alguna pista más sobre hasta donde llega la inteligencia de este bárbaro), de modo que nuestro ángel protagonista, sin perder la compostura, le da la mayor paliza de su vida, dejándolo bastante mal delante de todo el mundo, y encima arruinando su carrera. Así que, ya sabéis, si no queréis quedar como unos tontos y encima perder vuestra buena reputación, no os metáis con un ángel.
En fin, que deja al bárbaro totalmente acabado, y al terminar la batalla sube volado hasta el balcón donde se encuentra la reina Marla, esta la felicita y le dice que se pase luego a verla.
Luego nos enteramos de qué hace Ahriel en el reino de Marla, y es que resulta que cuando Marla nació, Ahriel apareció en palacio (pensamiento interno: ¿Qué harías si el día del nacimiento de tu hija se te aparece así como así un ángel en tu casa?) solicitando ver al rey Briand, el padre de la criatura recién nacida, y aunque nadie se enteró de lo que hablaron Ahriel y Briand en su reunión, desde entonces el ángel se había quedado al lado de Marla para protegerla y servirla fielmente, de modo que Marla creció al abrigo de Ahriel (quien pudiera tener algo de eso).
Seguidamente nos enteramos también de que el conde Aren era el embajador del reino de Saria, y había sido asesinado con un puñal de alguien de la nobleza mientras regresaba a Saria con el propósito de ofrecer al rey la propuesta de alianza enviada por Marla. Y no sólo eso, sino que el conde Aren había sido asesinado con un puñal de la nobleza forjado en Karishia, la capital del reino. De modo que hay alguien por ahí suelto que está intentando culpar a Marla y a su reino del asesinato del pobre hombre, dejando el riesgo casi seguro de que se les declare la guerra. Vaya con la gracia de quien haya hecho desaparecer al conde.
Así que Marla envía a Ahriel a hacer pesquisas sobre quién es el gracioso que intenta provocar una guerra, y que según creen Marla y Ahriel, tiene que ser alguien muy, pero que muy cercano a Marla. Al leer esto, y os lo digo en serio, pensé que algún simpático del libro tendría la boca tan grande de acusar a Ahriel del asesinato del Conde. No me preguntéis por qué, ya que ahora que vuelvo a pensar en ello, ni siquiera tiene sentido. En fin, sigamos.
Ahriel se va a buscar a Kab, que es el capitán de la guardia, y lo encuentra en las caballerizas. Nos cuentan que es un hombre bastante astuto, y que había luchado por Karish en mil batallas, y que su fidelidad hacia Karish y sus gobernantes era indiscutible. Toma ya. La reina Marla tiene de todo, aunque claro, para algo es reina. Siguiendo con el tema, Ahriel le cuenta a Kab la situación, y le pregunta si tiene alguna idea sobre quién podría ser el espía que se dedica a matar condes y ataca a los mercaderes sarianos en tierras de la reina Marla, y este tras pensarlo unos segundos, concluye que un joven bardo, que encima es sariano, podría ser una buena posibilidad.
De modo que Ahriel se pasa varios días vigilándole, y se había fijado en el comportamiento furtivo del joven bardo, así que lo único que le quedaba a nuestro ángel por hacer era tener un cebo con el que cazar al sospechoso sariano.
El cebo consiste en que Ahriel prepara una falsa reunión con la reina y se asegura de que nuestro sospechoso se entere de eso, y mientras la reunión con la reina se está llevando a cabo, descubren al joven cotilla detrás de uno de los tapices, empapándose de todo de lo que hablaban Marla y Ahriel. Y claro, el joven bardo, Kendal, echa a correr por el pasadizo en el que se escondía. Ahriel lo persigue, aunque sabe que el sariano no puede escapar ya que Kab, el capitán de la guardia, lo está esperando a la otra parte del pasadizo. Vaya jugadita te han montado, pensé al leer esto. Aquí tenéis otro ejemplo sobre por qué no es bueno ser un cotilla compulsivo, asesino de condes y para rematar el historial, asaltante de mercaderes. Si alguien ha pensado alguna vez en dedicarse a eso en el futuro, os recomiendo que os busquéis un plan nuevo.
En fin, que cuando Ahriel se topa con Kab y el bardo no aparece ni con Ahriel ni con el capitán, se dan cuenta de que en el pasadizo había una encrucijada, de modo que Kab se va por el de la derecha y el ángel por el de la izquierda. Ahriel se encuentra con Kendal al final del túnel, de modo que el sariano había caído en la trampa tendida y es capturado.
El libro empieza contándonos que la reina Marla está mirando desde el balcón como su ángel, (he aquí Ahriel) estaba luchando en el patio de abajo, cuando se le acercan y le dicen que alguien ha asesinado al conde Aren (que luego nos enteraremos de quien es este conde). Luego nos cuentan que Marla es la reina de una nación resplandeciente, como ya mencionan en la contraportada y que está rodeada de reyes ambiciosos que desean ampliar su terreno.
Nos siguen contando algunas cosas más, hasta que nos describen lo que está sucediendo en el patio de abajo. En resumen: que Ahriel está peleando con un famoso luchador bárbaro que se pasó de chuleta estando borracho (a continuación tendréis, chicos y chicas, un ejemplo de qué os puede pasar si os pasáis de listos llevando algunas copas de más encima) y dijo que podía derrotar al ángel de Marla.
En fin, que a Ahriel no le hace mucha gracia luchar contra nadie en público (y a ver quien es el guapo o guapa que se atreve a decir que es porque no tiene fuerza o no sabe pelear...) pero como la reina Marla se lo pide, allí está ella, enfrentando al chulo que ha dicho que podría derrotarla.
Después el bárbaro, no contento con haberse pasado de listo estando borracho y haberse metido en uno de los líos más grandes de su vida, decide que vacilar a Ahriel en pleno combate es buena idea (lo que nos da alguna pista más sobre hasta donde llega la inteligencia de este bárbaro), de modo que nuestro ángel protagonista, sin perder la compostura, le da la mayor paliza de su vida, dejándolo bastante mal delante de todo el mundo, y encima arruinando su carrera. Así que, ya sabéis, si no queréis quedar como unos tontos y encima perder vuestra buena reputación, no os metáis con un ángel.
En fin, que deja al bárbaro totalmente acabado, y al terminar la batalla sube volado hasta el balcón donde se encuentra la reina Marla, esta la felicita y le dice que se pase luego a verla.
Luego nos enteramos de qué hace Ahriel en el reino de Marla, y es que resulta que cuando Marla nació, Ahriel apareció en palacio (pensamiento interno: ¿Qué harías si el día del nacimiento de tu hija se te aparece así como así un ángel en tu casa?) solicitando ver al rey Briand, el padre de la criatura recién nacida, y aunque nadie se enteró de lo que hablaron Ahriel y Briand en su reunión, desde entonces el ángel se había quedado al lado de Marla para protegerla y servirla fielmente, de modo que Marla creció al abrigo de Ahriel (quien pudiera tener algo de eso).
Seguidamente nos enteramos también de que el conde Aren era el embajador del reino de Saria, y había sido asesinado con un puñal de alguien de la nobleza mientras regresaba a Saria con el propósito de ofrecer al rey la propuesta de alianza enviada por Marla. Y no sólo eso, sino que el conde Aren había sido asesinado con un puñal de la nobleza forjado en Karishia, la capital del reino. De modo que hay alguien por ahí suelto que está intentando culpar a Marla y a su reino del asesinato del pobre hombre, dejando el riesgo casi seguro de que se les declare la guerra. Vaya con la gracia de quien haya hecho desaparecer al conde.
Así que Marla envía a Ahriel a hacer pesquisas sobre quién es el gracioso que intenta provocar una guerra, y que según creen Marla y Ahriel, tiene que ser alguien muy, pero que muy cercano a Marla. Al leer esto, y os lo digo en serio, pensé que algún simpático del libro tendría la boca tan grande de acusar a Ahriel del asesinato del Conde. No me preguntéis por qué, ya que ahora que vuelvo a pensar en ello, ni siquiera tiene sentido. En fin, sigamos.
Ahriel se va a buscar a Kab, que es el capitán de la guardia, y lo encuentra en las caballerizas. Nos cuentan que es un hombre bastante astuto, y que había luchado por Karish en mil batallas, y que su fidelidad hacia Karish y sus gobernantes era indiscutible. Toma ya. La reina Marla tiene de todo, aunque claro, para algo es reina. Siguiendo con el tema, Ahriel le cuenta a Kab la situación, y le pregunta si tiene alguna idea sobre quién podría ser el espía que se dedica a matar condes y ataca a los mercaderes sarianos en tierras de la reina Marla, y este tras pensarlo unos segundos, concluye que un joven bardo, que encima es sariano, podría ser una buena posibilidad.
De modo que Ahriel se pasa varios días vigilándole, y se había fijado en el comportamiento furtivo del joven bardo, así que lo único que le quedaba a nuestro ángel por hacer era tener un cebo con el que cazar al sospechoso sariano.
El cebo consiste en que Ahriel prepara una falsa reunión con la reina y se asegura de que nuestro sospechoso se entere de eso, y mientras la reunión con la reina se está llevando a cabo, descubren al joven cotilla detrás de uno de los tapices, empapándose de todo de lo que hablaban Marla y Ahriel. Y claro, el joven bardo, Kendal, echa a correr por el pasadizo en el que se escondía. Ahriel lo persigue, aunque sabe que el sariano no puede escapar ya que Kab, el capitán de la guardia, lo está esperando a la otra parte del pasadizo. Vaya jugadita te han montado, pensé al leer esto. Aquí tenéis otro ejemplo sobre por qué no es bueno ser un cotilla compulsivo, asesino de condes y para rematar el historial, asaltante de mercaderes. Si alguien ha pensado alguna vez en dedicarse a eso en el futuro, os recomiendo que os busquéis un plan nuevo.
En fin, que cuando Ahriel se topa con Kab y el bardo no aparece ni con Ahriel ni con el capitán, se dan cuenta de que en el pasadizo había una encrucijada, de modo que Kab se va por el de la derecha y el ángel por el de la izquierda. Ahriel se encuentra con Kendal al final del túnel, de modo que el sariano había caído en la trampa tendida y es capturado.
Ahriel lo lleva de vuelta al corredor principal, y cuando Kendal oye de que Ahriel da por sentado que él es el asesino del conde Aren, el chico alucina en colores, diciendo que él no había matado a nadie, y menos al conde Aren, que era su amigo. A mí eso al principio me sonó bastante a la típica excusa, pero lo que no me terminó de gustar es la frase que le suelta el bardo a Ahriel: Tú no puedes estar de su parte, ¿verdad? A ti también te ha engañado. ¿¡A ti también te ha engañado!? Este chico está mal del riego o se está inventando todo eso para parecer menos culpable, una de dos. Ahriel manda callar al chico, que sigue intentando justificar su inocencia, y dice algo que me parece bastante obvio y me empieza a hacer pensar que este chico es inocente: Saria no desea la guerra [...] Nadie se atrevería a atacar a un país cuya reina está protegida por los ángeles. Lo cual, si lo pensamos, es cierto. Al menos yo no me atrevería a hacerlo. Acordaros del bárbaro listillo que había sido machacado por Ahriel días atrás. No digo más.
Bueno, pues Kab encuentra a Ahriel y Kendal, y cuando el joven sariano ve la silueta de Kab, se deja llevar por el miedo y se revuelve en un intento vano de escaparse, pero el chico se pone hasta a temblar, lo que me da todavía más mal rollo. Un asesino de condes no tiembla cuando lo cazan. Al menos, no normalmente.
El chico vuelve a soltar una frase a Ahriel que me empieza a dar ya más mal royo: Por favor, señora, tiene que creerme... Te ha mentido. ¡Lleva años moviendo hilos para apoderarse del reino de Saria! Kab se hace con Kendal y lo aparta con brutalidad de Ahriel, mandándolo callar y diciéndole a Ahriel que él se hará cargo del bardo.
El capitán se lleva a Kendal, quien se debate con todas sus fuerzas, hacia las mazmorras. Antes de que desaparezcan Kendal vuelve a gritar en un último intento desesperado: ¡Señora! ¡¡¡El capitán asesinó al conde!!! Vale. Ahí, sinceramente, yo ya he considerado la versión del chico cotilla bastante buena y me la he creído, sobretodo cuando Ahriel menciona que el capitán le dirije una mirada rara que le produce una extraña inquietud. Vamos, que nos dejan claro lo siguiente: El capitán Kab es quien ha metido bajo tierra al conde Aren, con el próposito de, según nos dice Kendal, apoderarse del reino de Saria, y ha culpado al pobre bardo con la excusa de que era sariano. Cuando se desencadene una guerra contra Saria, Karish gana la guerra y Kab, al ser capitán de la guardia, le pide a la reina Marla que ponga Saria a su cargo. Hala. Ahí tenéis una idea sobre cómo traicionar a tu propio país sin que nadie se de cuenta y encima tener otro país como regalo. Aunque no os recomiendo que lo probéis.
Bueno, pues Kab encuentra a Ahriel y Kendal, y cuando el joven sariano ve la silueta de Kab, se deja llevar por el miedo y se revuelve en un intento vano de escaparse, pero el chico se pone hasta a temblar, lo que me da todavía más mal rollo. Un asesino de condes no tiembla cuando lo cazan. Al menos, no normalmente.
El chico vuelve a soltar una frase a Ahriel que me empieza a dar ya más mal royo: Por favor, señora, tiene que creerme... Te ha mentido. ¡Lleva años moviendo hilos para apoderarse del reino de Saria! Kab se hace con Kendal y lo aparta con brutalidad de Ahriel, mandándolo callar y diciéndole a Ahriel que él se hará cargo del bardo.
El capitán se lleva a Kendal, quien se debate con todas sus fuerzas, hacia las mazmorras. Antes de que desaparezcan Kendal vuelve a gritar en un último intento desesperado: ¡Señora! ¡¡¡El capitán asesinó al conde!!! Vale. Ahí, sinceramente, yo ya he considerado la versión del chico cotilla bastante buena y me la he creído, sobretodo cuando Ahriel menciona que el capitán le dirije una mirada rara que le produce una extraña inquietud. Vamos, que nos dejan claro lo siguiente: El capitán Kab es quien ha metido bajo tierra al conde Aren, con el próposito de, según nos dice Kendal, apoderarse del reino de Saria, y ha culpado al pobre bardo con la excusa de que era sariano. Cuando se desencadene una guerra contra Saria, Karish gana la guerra y Kab, al ser capitán de la guardia, le pide a la reina Marla que ponga Saria a su cargo. Hala. Ahí tenéis una idea sobre cómo traicionar a tu propio país sin que nadie se de cuenta y encima tener otro país como regalo. Aunque no os recomiendo que lo probéis.
Pues hala, hasta aquí llega el primer capítulo de Alas de Fuego. Espero que os haya gustado.
¡Nos leemos en la próxima entrada!
3 comentarios:
Hola, soy Penguin del foro de Laura Gallego, me encanta este blog, ya te lo dije en el post que abriste.
Otra cosa, ¡si que te informas bien sobre los libros! Espero que el blog triunfe.
Chao, P.
es perfecto muxas gracias. asi no tendre k leerlo para clase k me lo han puesto de lectura obligada. puedo copiar tu resumen para mi trabajo?
Hola rodri,
Te agradezco que te hayas tomado el tiempo de preguntar antes de haberlo copiado.
Este blog está dedicado a comentar los libros de la autora, y no creo que el tono en el que se comenta sea el más adecuado para un resumen de colegio/instituto/universidad, ya que en muchos puntos pierde bastante seriedad de la que es requerida para un resumen.
De modo que lo que te recomiendo es que te leas el libro porque es de los mejores que yo he leído de la autora y realmente merece la pena. Hazlo y no te arrepentirás. Ya me dices.
Un saludo,
Lunnaris_3
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